lunes, 25 de enero de 2016

VIOLENCIA ESCOLAR

CONFLICTOS Y VIOLENCIA ESCOLAR

     

La violencia es hoy un componente cotidiano en nuestras vidas. Es una manifestación que ocurre en todos los niveles sociales, económicos y culturales. Esta se ha puesto de manifiesto también en las instituciones. Dicha violencia fue ocultada, negada y silenciada durante muchos años por educadores y autoridades, pero evitar y suprimir esos actos violentos no ha hecho más que empeorarlos. Debemos enfrentarnos a esta problemática que aumenta día a día. Enfrentarlos significa reconocerla, analizarla y actuar sobre ella, esta es una manera de trabajar en prevención. El problema debe ser tomado sin dramatismo, pero con firmeza y en toda su magnitud. Debemos evitar el miedo y la angustia que la violencia produce para no caer en la impotencia y actuar desde una postura reflexiva que nos permita encarar abordajes acordes a su complejidad.





EL CONFLICTO


     Los conflictos no deben suprimirse ni negarse ya que de esta forma pueden volverse destructivos y deben ser enfrentados en forma constructiva. 

     Para resolver constructivamente un conflicto es preciso establecer un contexto cooperativo y éste supone:

Interdependencia positiva.
  • Trabajo en grupo
  • La meta debe ser en grupo
  • Enseñar a negociar para resolver un problema.

  • Comprender que al estar en un acuerdo o en desacuerdo con las ideas del otro no implica rechazo a su persona.
  • Aprender a especificar sus deseos, sentimientos y necesidades.
  • Exponer sus propias razones y escuchar al otro.
  • Aprender a no juzgar a los otros.


TIPOS DE CONFLICTO            
 
DESTRUCTIVOS
CONSTRUCTIVOS
Uno gana a expensas de otro.Todos logran sus metas.
Los participantes se sienten heridos, resentidos, desconfiados.Los participantes escuchan, respetan. Ganan confianza
Disminuye la posibilidad de resolución de conflictos futuros.Aumenta el potencial para resolver conflictos.

VIOLENCIA EN ALUMNOS
     En la escuela, la conducta agresiva parece estar relacionada con las variables afectivas y de relación familiar, como puedan ser el rechazo de los padres, el castigo agresivo y la carencia de identificación con los padres. Algunas víctimas crecen en la convicción de que el empleo de la agresividad es el mejor camino para conseguir lo que quieren. El haber sido víctima en la infancia propicia que de adulto se victimice a otros.

     En los procesos de interacción en el aula debemos 
tener en cuenta los factores motivacionales, el autoconcepto académico, el ánimo con que se afronta la tarea y los factores afectivos. Cuando un individuo se incorpora a un grupo social se dan dos tendencias: el deseo de dominio y el de afiliación. El fenómeno de agresión entre iguales podría deberse a la desintegración que sufre el niño cuando ingresa por primera vez en el medio escolar. Su mundo, el familiar, queda relegado y aparece su deseo de ser y hacer acrecentado por la novedad y el ambiente. Pero su deseo y actividad se encuentran con los de otros y provocan un conflicto que se resolverá en función de su temperamento e historia personal. Así, optará por esforzarse en prevalecer sobre el otro, se someterá a él, o bien se aislará. De cualquier manera, le permitirá encontrar a aquel o aquellos que lo acepten y descubrirá el placer de pertenencia.

Una forma de disminuir los daños que la violencia puede causar sería:

Mayor presencia del personal docente y un trabajo con los alumnos respecto de los objetivos que tienden a cuidar y respetar su propio ámbito escolar.
Estimularlos a colaborar, integrarse y actuar cooperativamente mediante talleres de reflexión y de intercambio como así también la puesta en marcha de jornadas voluntarias de trabajo tendientes a mejorar y embellecer las instalaciones.
Incluir a la comunidad, para que se sienta identificada con la tarea escolar.

Se podrán proyectar películas y vídeos invitando a los distintos sectores de la sociedad, repartir folletos, organizar charlas y debates.

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