¿Por qué el dólar está subiendo como la espuma?
Te explicamos de forma sencilla la relación que guardan el petróleo de EUA y las crisis de China y Grecia con el precio del dólar en México
“Bueno, ¿y qué? Yo ni los uso” dirán algunos. Quizá no los uses directamente, pero muchos de esos maravillosos productos importados, que van desde tecnología y entretenimiento, hasta alimentos básicos en tu mesa, son comprados en dólares por las compañías que te los venden después: si ellos pagan más, tú también. Ya se ve el problema, ¿verdad?
La verdadera pregunta de fondo es “¿Qué está pasando con el dólar?, ¿por qué sube como la espuma?” . La causas son muy fáciles de entender y aquí te las explicamos, como se suele decir, en cristiano:
Primero lo primero
A finales de 2008, Estados Unidos y otros países desarrollados, sufrieron un duro golpe económico. Para decirlo rápidamente, las instituciones bancarias y otras similares habían prestado demasiado y había facilitado tratos muy holgados. Un error de cálculo les impidió ver que no era un buen momento para ser tan generosos.
En consecuencia, estas instituciones se vieron obligadas a elevar rápidamente los intereses sobre sus préstamos y, por supuesto, tuvieron que hacer el incómodo anuncio de que no podrían ofrecer tan buenas tasas de interés a los inversionistas.
Esto está bien, pero ¿qué demonios son las tasas de interés? Bueno, se trata simplemente de los beneficios que los bancos y otros organismos ofrecen a los que ponen su dinero ahí. La idea es que si mucha gente pone su dinero en manos de una institución confiable, ésta puede hacer préstamos y otras clases de operaciones que le hacen ganar más dinero. Al final, a cambio del tiempo que el inversionista puso su dinero ahí, el banco le dice: “Hey, hice buenos negocios con lo que me confiaste y aquí está tu parte”.
Y entonces vino el precioso petróleo
Sigamos. Con bajas tasas de interés y una crisis hipotecaria en las manos, los bancos y bolsas de Estados Unidos se volvieron un lugar poco atractivo para los inversionistas, quienes dijeron: “Ok, suerte, me llevo mi dinero a otro lado en lo que aquí pasa un milagro”.
Y el milagro llegó. El polémico uso y perfeccionamiento de la tecnología del fracking para la extracción de petróleo y gas logró que Estados Unidos produjera suficientes energéticos como para volver loco al mercado internacional. Cuando un producto abunda, su precio tiende a bajar: el petróleo pasó de 90 dólares por barril a entre 45 y 35 en todo el globo.
Esto se tradujo en un doble golpe para México. Al ser un país petrolero, se quedó con un producto depreciado en el que, sin embargo, había puesto casi todas sus esperanzas de crecimiento. Por otro lado, el nuevo desarrollo energético de Estados Unidos lo volvió atractivo una vez más y los inversionistas dijeron: “Adiós economías emergentes, hola de nuevo Unión Americana”. Así es, lo inversionistas, como el amor, van y vienen.
Actualmente Estados Unidos pasa por tan buena racha, que su Reserva Federal se puede dar el lujo de atraer inversionistas con excelentes tasas de interés y, según se ha anunciado de manera informal, podrían ser aún mejores. El efecto: concentración de capitales en las arcas de los vecinos del norte.
Cuando un mercado es confiable, atrae más clientes. El valor de una moneda está respaldado por la confiabilidad del mercado en el que se mueve. Por eso hay súper dólar.
China y Grecia
A esto se suma el hecho de que China ha desacelerado su crecimient o de una manera muy violenta. Los inversionistas están dejando al país asiático y se están yendo a… adivina dónde. Otro efecto de la caída de China es que consume menos petróleo . Con la abundancia de petróleo de Estados Unidos y un gran comprador fuera del juego, el valor del barril cae (ya sabes lo que dicen, cuanto mayor es la oferta y menor la demanda, menor es el precio ): más malas noticias para México.
Por otro lado, el mercado de la Unión Europea se ha vuelto menos confiable por el hecho de incluir a Grecia en su comunidad (nada en contra por nuestra parte: mejor culpa a los inversionistas). Esto beneficia al dólar y perjudica al peso por razones similares a las anteriores.
No todo son malas noticias
Aunque el peso baje frente al dólar, algunos analistas nos recuerdan que puede ser una situación benéfica para algunos. Aquellos que reciben remesas de Estados Unidos se sentirán contentos de ver más pesos en sus manos por los mismos dólares de siempre, mientras que los exportadores, que buscan llevar sus productos a otros lados, también recibirán más pesos por cada dólar con el que se les paga. Si el crecimiento en estos sectores se encamina correctamente, podría ayudarnos a salir a flote.
Además, otros señalan que mientras Estados Unidos tenga un buen mercado, buscará invertir en México y en sus productos . Si el chico rico del barrio invierte en tu negocio, te vuelves atractivo, más confiable y, por tanto, tu moneda se fortalece. De acuerdo un reporte de JP Morga, el mayor banco estadounidense, para junio del 2016, el dólar debería estar en 15.40 pesos… claro, si todo sale como está previsto (y no, nunca sale así).
Muy buen articulo, para entender mejor la manera de como sube el dolar y nos afecta a la mayoria de los mexicanos.
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